Al final de cada día haz el hábito de ofrecer todo lo que hiciste a Dios. Con la práctica continua, alcanzaréis una etapa en la que difícilmente podréis hablar, hacer, decir o cantar por nuestra cuenta. Sólo Dios hará todo a través de vosotros y vosotros sólo seréis Su instrumento.
Sri Madhusudan Sai
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