Cuando te levantes de la cama por la mañana, agradece que Dios te haya dado otro día para que realices prácticas que te ayudarán a acercarte a tu verdadero ser. Decide no desperdiciar el precioso tiempo que te espera en acciones y conversaciones frívolas que te alejarán del camino hacia Dios. El tiempo perdido está perdido para siempre y nunca se puede recuperar. Recuerda que sólo en el perecedero cuerpo humano puedes realizar tu propia divinidad. Haz un intento sincero para realizar la meta de la vida y evitar volver a nacer en este mundo de dualidades.
Sri Madhusudan Sai
0 comentarios