Con cada respiración cantamos involuntariamente ‘Soham‘, ‘So‘ al inhalar, y ‘Ham‘ al exhalar. Esto significa ‘Yo soy El, yo soy Dios’. Este canto continúa sin esfuerzo 21.600 veces al día. Por tanto, nuestra respiración nos recuerda cada segundo que no somos el complejo perecedero de cuerpo y mente, sino el inmortal Atman divino. Nunca olvides esta verdad mientras vivas en el mundo.
Sri Madhusudan Sai
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