Dios es atraído solo por la bondad de uno y no por la grandeza. Por muy grande que sea una persona, puede ganar o no la gracia de Dios, pero por poco bien que haga, atrae definitivamente la gracia de Dios hacia sí mismo. Por lo tanto, para agradar a Dios y ganar su gracia, todo lo que se necesita es seguir haciendo el bien.
Sri Madhusudan Sai
0 comentarios