Cuando un hombre nace en esta tierra, no trae nada consigo. Del mismo modo, cuando tiene que dejar el mundo en el tiempo destinado, no puede llevarse con él ni un solo objeto, por muy valioso que sea. ¡Oh hombre! Renuncia, por lo tanto, a tu sed insaciable de adquirir más y más riquezas y otras posesiones mundanas, y, en cambio, sirve al Señor que reside en todos con amor desinteresado mientras vivas y realices tu unidad con Él.
Sri Madhusudan Sai
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