Un río corre hacia su destino que es fusionarse con el océano y volverse uno con él. En el camino, se enfrenta a muchos obstáculos, pero, sin importarle los obstáculos, serpentea a través de su itinerario, saciando la sed de millones de personas y animales desinteresadamente y regando tierras áridas. Después de haberse vuelto totalmente desinteresado al servicio de los humanos, las plantas y los animales en el camino, felizmente se fusiona con el océano del que había surgido originalmente. De manera similar, cuando el hombre se vuelve totalmente desinteresado, su yo individual se desvanece y se funde con el Yo Divino.
Sri Madhusudan Sai
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