Así como se requieren terminales positivos y negativos para hacer que fluya una corriente eléctrica, tanto el esfuerzo humano como la gracia divina tienen que unirse para que cualquier esfuerzo tenga éxito. Dado que la gracia de Dios está siempre presente, el esfuerzo de uno debe ejecutarse con la más alta habilidad y perfección.
Sri Madhusudan Sai
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