Una vez un hombre se quejó a Dios: «¡Oh Señor! Hay innumerables problemas en este mundo debido a los cuales la humanidad está sufriendo desde el amanecer hasta el anochecer. ¿Por qué no los eliminas o los reduces?» Dios respondió: «Te creé no solo para mirar y quejarte de ellos, sino para poner tu máximo esfuerzo en aliviar a las personas de sus sufrimientos. Solo orando por el bienestar de la humanidad, no es posible lograrlo».
Sri Madhusudan Sai
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