Si eres ecuánime en todas las situaciones – en lo bueno y en lo malo, en el éxito y en el fracaso, en la ganancia y en la pérdida, en la alabanza y en la crítica, y mantienes esta ecuanimidad cada día, y además tienes una fe estable en tu naturaleza divina, seguramente alcanzarás el destino de la auto-realización.
Sri Madhusudan Sai
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