Puedes escuchar la voz de Dios en el silencio de tu corazón. El siempre está listo a hablarte pero debido al ruido de los deseos excesivos en tu mente eres incapaz de escucharle y de recibir su guía. Limita tus deseos y vuélvete fácilmente conectado con Dios.
Sri Madhusudan Sai
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