El verdadero adorno de las manos es la caridad, el adorno para la garganta o el cuello es decir la verdad, el adorno para los oídos es escuchar los nombres divinos de Dios y los buenos consejos de los santos y las Escrituras. Sin estos adornos, usar adornos artificiales y brillantes no agrega belleza al cuerpo.
Sri Madhusudan Sai
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