Nadie ha entendido nunca a Dios y sus caminos misteriosos, ya que está más allá del alcance de la investigación intelectual y el razonamiento racional de la mente. Es similar a una muñeca de sal que intenta penetrar en la profundidad del océano; se disolverá y desaparecerá en el agua tan pronto como entre en ella. Por tanto, lo mejor que podemos hacer es asociarnos y trabajar con Dios, entregando nuestro ego y permitiendo que Él nos dirija y guíe.
Sri Madhusudan Sai
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