El Brahman supremo impregna todo el cosmos como el sustrato de todos los seres vivos. Pero el jeevatma, debido al ego a los apegos y a la ignorancia, se considera erróneamente separado de la divinidad suprema y sufre una miseria indecible creyendo que su fuente de felicidad es el cuerpo perecedero y el mundo ilusorio. A menos que el jeevatma realice su identidad con el Paramatma, nunca podrá esperar encontrar la paz y felicidad eternas.
Sri Madhusudan Sai
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