Es el deber de los padres dirigir a sus hijos por el camino de la espiritualidad desde una edad temprana para que crezcan como hombres y mujeres de carácter. La moralidad y el temor al pecado se infundirán automáticamente en los hijos cuando caminen por el camino de la espiritualidad. De la misma manera, los hijos también necesitan corregir a sus padres cuando éstos se desvían, y deben conducirlos al camino de la moralidad y de la rectitud.
Sri Madhusudan Sai
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