Un verdadero devoto de Dios ve el mundo entero como una manifestación de pura divinidad. Para él, el mundo es un eterno juego del Señor, un divino Leela. Por el contrario, para una persona sensual, el mundo parece ser una fuente de alegría como un delicioso dulce a veces, pero repulsivo como un veneno otras veces.
Sri Madhusudan Sai
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