La semilla de todos los valores humanos es el amor sagrado, incondicional y desinteresado. Si cultivamos tal amor en los corazones puros e inocentes de los niños, crecerán como seres humanos dignos que intentarán unificar el mundo a través de actos de amor y sacrificio. Promoverán la armonía, la unidad, la seguridad y la prosperidad en la sociedad.
Sri Madhusudan Sai
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