Debes dedicar todo tu tiempo, energía y esfuerzo a hacer que la vida de los demás sea mejor y más feliz. Incluso una conversación amable y dulce puede aliviar la tristeza y el estrés de los demás y hacer que estén alegres. Tu mirada, tu actuación y tu discurso deben ser entrañables y amorosos. Si haces felices a los demás, Dios se encargará de que tú también seas siempre feliz.
Sri Madhusudan Sai
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