La divinidad tiene que ver con vivir según los impulsos del corazón, en lugar de los de la mente. Si no solo sientes el dolor y el sufrimiento de los demás, sino que también tratas de minimizarlos o erradicarlos por completo en la medida de tus posibilidades y capacidades, entonces estás avanzando en el camino hacia tu propia divinidad. También debes sentir y compartir las alegrías y las penas de los demás como propias.
Sri Madhusudan Sai
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