De todas las relaciones, el vínculo de devoción a Dios debe ser inquebrantable y duradero. Incluso si todas nuestras relaciones nos pueden abandonar en momento de necesidad, solo Dios estará a nuestro lado siempre porque Él está más cerca de nosotros. Nunca hemos de soltar este vínculo con Dios. Entonces nuestra vida será feliz y apacible.
Sri Madhusudan Sai
Donde hay bondad, estará seguida de grandeza como una sombra. Pero, la bondad no puede instalarse en los corazones de los hombres que están desprovistos de devoción a Dios o Bhakti. Por lo tanto, en nuestras instituciones, la base de la educación es Bhakti. Ninguna adversidad puede sacudir un corazón lleno de devoción a Dios, por lo que solo la bondad fluirá de un corazón tan puro.
Sri Madhusudan Sai
La verdadera identidad de un Bharatiya es su fe y devoción a Dios. La devoción a Dios es una característica única de la cultura y tradición Bharatiya, y se valora como la virtud más alta que una persona puede poseer. El amor por Dios está arraigado en cada célula de un verdadero Bharatiya desde el nacimiento, y esta virtud florece en todos los demás valores humanos sin esfuerzo, como la compasión, el desinterés y la humildad. Simplemente nacido en suelo indio o de padres indios, o crecer en la India no puede implicar que una persona se llame a sí misma Bharatiya.
Sri Madhusudan Sai
Nuestras escrituras han comparado a la madre, al padre y al gurú de uno con Dios y, de hecho, los han declarado iguales a Dios. Todos ellos trabajan en armonía y sincronización para conducir al niño por el camino de Dios. Mientras la madre le muestra el padre al niño, el padre se lo muestra al Gurú quien, a su vez, le muestra el camino hacia Dios.
Sri Madhusudan Sai
La confianza en uno mismo es tener una fe inquebrantable en que somos el Ser, el Atma o Dios. Cuando experimentes esta verdad de que eres la divinidad encerrada en un cuerpo perecedero, todos tus miedos y ansiedades se evaporarán como las gotas de rocío que desaparecen cuando sale el sol.
Sri Madhusudan Sai
Como un hombre rico que ha olvidado dónde había enterrado su tesoro y se considera un pobre mendigo, así el hombre ha olvidado la divinidad que está dentro de él y se considera un simple mortal hecho del cuerpo perecedero. Pasa toda su vida satisfaciendo las caprichosas demandas del cuerpo y de los sentidos, y sufre episodios alternos de alegría y dolor durante toda su vida.
Sri Madhusudan Sai